Ampliamente aclamada como cuna del jazz y crisol de todo tipo de sonidos raizales, Nueva Orleans ha influido en el curso de la música estadounidense tanto como cualquier otra ciudad de los EE.UU. No ha sido así, sin embargo, en la historia del blues, como uno podría esperar. Ciertamente, regiones como Chicago, Memphis y el Delta del Mississippi han producido muchos más intérpretes notables; cada una de esas áreas también tiene un estilo mucho más distintivo de blues. Nueva Orleans es mucho más la representante de la vieja escuela de jazz y de los ritmos funky que del blues. Pero la ciudad y el estado de Louisiana, han hecho algunos aportes estimables a la historia del blues, aunque son un poco más difíciles de señalar y categorizar que muchos otros.
Robert Palmer escribió en “Deep Blues”: "parece extraño que la metrópoli de la desembocadura del río Mississippi, Nueva Orleans, no atrajera más intérpretes de blues del Delta. Rice Miller y Elmore James actuaron allí frecuentemente durante los años 1940; tocaban en las calles antes de que obtuvieran contratos con clubes y otros intérpretes de blues de Mississippi hacían visitas ocasionales. Pero Nueva Orleans tenía su propio estilo local de blues, orientado al jazz, que tenía que ver más con la música de Texas y Kansas City que con el Delta y que a menudo hacía uso de los patrones rítmicos afro-caribeños que habían sobrevivido en el folclore de la ciudad desde las célebres reuniones de esclavos que tenían lugar en Congo Square".
Los blues del profundo Delta no eran desconocidos en la región. Los vestigios del country blues que permanecieron en la zona después de la II Guerra Mundial pueden escucharse, al menos en parte, en “Bloodstains on the Wall: Country Blues From Specialty”, una recopilación de actuaciones grabada por este sello de Los Ángeles en Nueva Orleans. Y algunos de los estilos más tradicionales de los blues de Louisiana pueden haberse preservado en sesiones de Robert Pete Williams, quien fue grabado por el folclorista Harry Oster en la Penitenciaría del estado de Louisiana en la década de 1950 (Williams hizo otras grabaciones semejantes después de su salida de la cárcel).
Los blues urbanos más significativos que se originaron en la ciudad, sin embargo, los grabó en 1955 Guitar Slim, quien originalmente provenía del Delta. The Things That l Used To Do, uno de los mayores éxitos de R&B de 1954, fue la declaración definitiva de Slim, con elementos de Gospels y R&B, así como de blues y con la sensación espiritual del funky que caracteriza mucha de la música de Nueva Orleans. Se ha especulado que el líder de la sesión, un joven Ray Charles, se inspiró para intentar una fusión similar de lo sacro y lo secular en sus propias grabaciones, resultando en un enorme éxito discográfico. El factor blues de la ecuación de Guitar Slim, sin embargo, era inconfundible en su trabajo con la guitarra eléctrica, que para los estándares de la época era increíblemente difícil y difuso.
La mayoría del R&B de Nueva Orleans de los años 1950 difícilmente podría clasificarse como blues, a la manera de Guitar Slim. Con sus ritmos funky e influencias pop y jazz, parecía moverse hacia el rock and roll (o de hecho, era rock 'n' roll) y al soul, más que parecerse a las raíces del blues. Por supuesto, la línea entre blues, rock y R&B puede parecer delgada, como en el jump blues; muchos, si no la mayoría de los grandes intérpretes de rock y R&B de Nueva Orleans tenían un sabor que rememoraba los blues. Nada de esto debe ocultar el hecho de que, de la manera como se llame, se trata de un cuerpo gigantesco de muy buena música, disponible en numerosas reediciones.
Algunos artistas de Crescent City (California) eran ligeramente más “blueseros” que otros; entre ellos, uno de los más famosos fue el pianista Professor Longhair, una figura querida que simboliza la música de Nueva Orleans para muchos oyentes. Una figura similar, pero más oscura, fue James Booker quien, como Longhair, tuvo un renacimiento de su carrera en las décadas de 1970 y 1980. Entre los guitarristas, se podría destacar a Snooks Eaglin, quien, en la tradición del blues, llevó carreras simultáneas como artista de R&B comercial de Nueva Orleans (con Imperial) y cantante de folk blues acústico (con Prestige, Arhoolie y otras etiquetas). Imperial también fue responsable de que algunos artistas de blues de la costa oeste grabaran en Nueva Orleans con la esperanza de revivir sus carreras, incluyendo a Roy Brown y Pee Wee Crayton. La guitarra en el blues de Nueva Orleans se mantuvo viva a través de los años 60 gracias a Earl King, con su toque con sabor a rock y soul, una combinación apreciada por Jimi Hendrix, quien hizo el cover de Come On de King.
Un sonido blues más distintivo de Louisiana, el blues "de la ciénaga", lo produjeron en otros lugares del estado los artistas de Baton Rouge Slim Harpo, Lightnin' Slim, Silas Hogan, Lonesome Sundown y Lazy Lester. Todos ellos grabaron bajo la dirección del productor de Crowley, Louisiana Jay Miller, produciendo un estilo de sonido blues único, que se caracteriza por latidos perezosos, voz relajada, producción reverberante cargada de fatalidad, trabajo mordiente de la guitarra, efectos singulares de la percusión y una armónica sollozante. Slim Harpo fue el más importante y sus atractivas combinaciones de tortuosos riffs de guitarra y explosiones crudas de la armónica, tuvieron una gran influencia en varias bandas de la llamada “invasión británica”. De hecho, él puso en circulación un catálogo virtual de material que sería cubierto por grupos británicos: I'm a King Bee y Shake Your Hips (por los Rolling Stones), Got Love If You Want It (Kinks y Yardbirds), Don’t Start Crying Now (Them) y Raining in My Heart (The Pretty Things); el propio Slim hizo una entrada bien merecida en el Top 20 en 1966 con Baby Scratch My Back. Aunque originalmente no era de Louisiana, la pianista Katie Webster también dejó su huella en los blues de la ciénaga, como músico acompañante de sesiones para Jay Miller y por sus propias grabaciones esporádicas.
Nueva Orleans es un famoso crisol de sonidos y culturas y uno de sus estilos musicales regionales más característicos, el zydeco, ciertamente tiene una deuda visible con el blues. Intérpretes como Clifton Chenier, Boozoo Chavis y Rockin' Dopsie, que en general están más allá del alcance de este sitio web, extrajeron ideas del cajun, pop, R&B y fuentes populares además del blues para concebir su preparación rítmica. Lo mejor de ellos es que, sin duda, se pueden mirar como una rama del interesante árbol de la música raizal, con lazos definitivos con el blues en el fraseo y algunos de los ritmos y canciones.
Aunque el blues no tiene una tradición muy extensa en Nueva Orleans como ocurre en algunas otras ciudades, esta ciudad estaba mejor posicionada en aquellos días, como para permitir que prosperara en el área más que en otras partes del país, simplemente porque la región tenía un extenso sistema de apoyo para la música raizal desarrollada localmente. Esto es cierto tanto a nivel de clubes y bares como de festivales de renombre internacional; el Festival anual de Jazz & Blues de Nueva Orleans cuenta con numerosos intérpretes de blues de todo el mundo (además de otros numerosos músicos de jazz, R&B y rock). Las conexiones familiares con la música parecen haber resistido mejor en Louisiana que en otras regiones y artistas como Guitar Slim Jr., Kenny Neal (hijo de Raful) y Chris Thomas (hijo de Tabby) han mantenido la llama de blues ardiendo en grabaciones relativamente recientes.